Una multitud de chinos acudió a la tumba de granito de Lu Xun en Shanghai 75 años después de la muerte del pionero de la literatura moderna china para conmemorar su 130 natalicio y rendir honores al famoso autor.
Lu Xun es reconocido por haber encantado al público cuando los chinos estaban bajo la presión de los gobernantes feudales y de los agresores imperialistas.
El número de visitantes al Museo Lu Xun el sábado fue varias veces mayor al normal. Todos formaron una fila para conseguir un matasellos conmemorativo del natalicio del difunto escritor.
El museo recién remodelado en Shanghai exhibe más de 1.000 objetos en memoria del escritor, entre los que se encuentran muchas de sus pertenencias personales.
Además, muestra el fruto de los diez años pasados de investigación sobre Lu Xun, dijo Wang Xirong, curador del museo.
En las décadas pasadas, miles de expertos y académicos de todo el mundo han estudiado la obra y pensamiento de Lu Xun.
Lu Xun es el seudónimo de Zhou Shuren, quien nació en el distrito de Shaoxing de la provincia de Zhejiang, este de China, el 25 de septiembre de 1881 y falleció el 9 de octubre de 1936.
Abandonó sus estudios de medicina en Japón a los 20 años de edad tras percatarse de que era más importante iluminar espiritualmente a sus compatriotas que curar sus enfermedades físicas.
A través de sus obras, el maestro de la ironía emitió fuertes críticas sobre los problemas sociales de China.
Escribió un número de obras clásicas de la literatura, incluidos ensayos, poemas e historias breves. Entre sus grandes obras están "La verdadera historia de Ah Q", "Diario de una dama", "Kong Yiji" y "Medicina", en las que expuso el lado horrible de la sociedad feudal y de la naturaleza humana y emancipó las mentes de la gente.
Sus obras han sido incluidas en los libros de texto de los estudiantes chinos durante años.
En su tierra natal, Shaoxing, el gobierno de la ciudad y la asociación de escritores de Zhejiang organizaron el sábado un encuentro de lectura, durante la cual estudiantes universitarios leyeron en voz alta las historias clásicas de Lu Xun.
En Beijing, muchas organizaciones realizaron diversas actividades para conmemorar las obras y espíritu del gran escritor.
Cuando Lu Xun aún vivía, sus obras se erigieron como un faro que brindó una luz guía para los jóvenes chinos perplejos que estaban apasionados por el futuro de China.
De acuerdo con una encuesta en línea reciente, más de 72 por ciento de los entrevistados opinó que el pensamiento de Lu Xun es un obsequio eterno que nunca perderá actualidad.
Fuente: @spanish.china