Una vez más la presión popular a través de las redes sociales sirve para cambiar una injusticia.
Hace unos días las redes sociales, especialmente Twitter, así como varios medios especializados en manga y blogs personales ardieron de ira cuando la RAE por fin incorporó el manga a su lista de palabras admitidas, pero con una definición que lo tildaba de “género de cómic japonés, de dibujos sencillos, en el que predominan los argumentos eróticos, violentos y fantásticos“.
A ninguno de los que este leyendo esto le gustaría que la definición quedara así, pero si lo leyera cualquiera que no entienda de manga podría pensar que es una definición correcta, y eso no se podía permitir, así que se inició una campaña, en buena parte gracias a la cantidad de gente para quien el traductor Marc Bernabé es un líder de opinión, para que se cambiara esa definición por una más sencilla y paradójicamente más acertada como “cómic de origen japonés”.
No tardó la reacción de Arturo Pérez Reverte, escritor perteneciente a la RAE, que afirmó que a él le parecía más acertado, pero que no tuvo que ver con la decisión y que siempre había tiempo para rectificar antes de la salida de la edición en papel en 2014, y así ha sido: de momento pasa a ser, como pueden ver en la imagen, “cómic de origen japonés“, aunque sobra la siguiente acepción, que dice así: “género perteneciente al manga”, lo cual no solo es absurdo en sí mismo, sino además incorrecto, porque como todos sabemos dentro del manga hay un sinfín de géneros, así que no es un género. Pero bueno, se ha dado un buen paso adelante, así que podemos felicitarnos.
Fuente: zonamanga.com