Japón remodeló su equipo nacional de rugby a base de acento extranjero para mejorar su parco rendimiento en el Mundial, y ya tiene la mente puesta en la edición de 2019 donde espera que su selección brille en su tierra, donde ejercerá de anfitrión.

El ex ‘All Black’ John Kirwan ocupa el banquillo de los ‘Brave Blossoms’ (valientes flores de cerezo) y desde enero de 2007 incluyó en su combinado a diez jugadores extranjeros en un grupo de 30 para el Mundial-2011, en el que el técnico volverá a su país.

En su convocatoria entran neozelandeses, originarios de Tonga, australianos y samoanos que jugaron al menos tres años en Japón, una condición que exige la International Rugby Board (IRB), órgano supremo de la disciplina para que un rugbier pueda vestir los colores de una selección.

“Siempre dije que necesitábamos extranjeros para mejorar nuestros resultados y cuanto más cerca estemos de 2019, la federación tendrá que trabajar muy duro para incorporar vez más japoneses al equipo”, analizó Kirwan.

El entrenador neozelandés de Japón dejó la dirección del juego en manos de su compatriota y apertura James Arlidge, y eligió a jugadores que aportan físico a un equipo falto de músculo y a menudo poco eficaz.

Esta política de importación de talentos trajo consigo rápidamente sus primeros frutos. Japón, que tiene un campeonato de la disciplina profesional que paga a ex estrellas a punto de retirarse, ganó las últimas cuatro ediciones del Torneo de las Cinco Naciones Asiáticas, sin perder ningún partido.

Además, ganó por primera vez en su historia la Copa de Naciones del Pacífico de rugby derrotando a Tonga y Fiyi este año.

En consecuencia, Kirwan, que tiene por objetivo llegar a los cuartos de final en 2015 y la final en el Mundial-2019 de Japón, quiere ganar dos partidos en Nueva Zelanda, una aspiración nunca vista en un combinado nipón que sólo ganó un encuentro en seis Mundiales, contra Zimbabue, por 52-8, en 1991.

A esa victoria hay que sumar 18 derrotas y un empate, ante Canadá en 2007. Precisamente en el Grupo A, donde Nueva Zelanda y Francia parecen intocables en la fase de llaves, los ‘Canucks’ y Tonga son los rivales a los que, a priori, puede vencer Japón.

De hecho, los nipones parecen confiar en sus posibilidades. “Confirmamos contra Fiyi que podemos competir con los mejores equipos del mundo”, estimó el capitán japonés, Takashi Kikutani.

Después de este histórico éxito contra el archipiélago del Oceáno Pacífico al que alude el líder del equipo nipón (victoria por 24-13), Japón perdió ante Italia por 24-31 y se impuso a Estados Unidos (20-14), confirmando que puede hacer un buen papel en Nueva Zelanda-2011.

Fuente: @Terra Colombia




Leave a Reply.