Después de que científicos estadounidenses demostraran que las moscas de la fruta mitigan sus penas en alcohol, el pasado 14 de marzo científicos de la Universidad de Kyoto, Japón en un estudio paralelo dieron a conocer que dichas moscas sometidas durante décadas a completa obscuridad modifican de manera importante su genoma.

El 11 de noviembre de 1954, el doctor Syuichi Mori, de la Universidad de Tokyo, introdujo un grupo de moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) en varias botellas y dejó que se reprodujeran en condiciones de absoluta oscuridad durante generaciones. Tanto es así, que después de su muerte sus compañeros continuaron cuidando de aquellas moscas, cuya variedad pasó a ser conocida como Dark-fly (mosca oscura).

58 años después, un equipo de la Universidad de Kyoto ha secuenciado el genoma de estas moscas en busca de los cambios que la ausencia de luz ha dejado en su ADN. El estudio publicado en la revista científica PLoS One, no muestra un cambio radical ni moscas albinas y ciegas como las especies que evolucionan en las cuevas, pero sí una variación del 5% en su información genética. Las moscas tienen ojos normales y conservan los ritmos circadianos de sus antepasados “diurnos”. En la apariencia externa, una mosca de la oscuridad es indistinguible de una mosca control, salvo en los filamentos de la cabeza, que se han hecho un poco más largos.
Pero el hecho de haber pasado 57 años en la oscuridad (1.400 generaciones), ofrece algunas pistas sobre posibles adaptaciones.  Una vez secuenciado el genoma, los investigadores comprobaron que se habían producido mutaciones hasta en 220.000 elementos y 4.700 inserciones o borrados. “Esto sugiere”, afirma el estudio, “que una alteración genómica a gran escala ha ocurrido en la mosca Dark-fly, hasta en un porcentaje del 5%”. La inmensa mayoría de estos cambios no tienen ninguna significación real, pero sí hay algunos cambios que parecen llamativos, como la desaparición de un gen que tiene que ver con el metabolismo de la grasa o la mutación de otro que combate las toxinas. Los científicos especulan con que las moscas normales usan la luz para destruir algunas toxinas y las moscas de la oscuridad han evolucionado para destruirlas sin necesidad de luz.

Fuente: Livedoor/YEA 



Leave a Reply.