_ Ashley McKenzie cuando tenía 11 años, era un chico problemático de la ciudad de Dartford en Londres que le habían expulsado de la escuela y vivía en instituciones para jóvenes problemáticos. En esos días había perdido a manos de otro chico su carta de Charizard.

"Esta carta de Charizard era la mejor carta. Era mi vida en ese entonces. Fui a agarrar su camiseta y lo siguiente que supe era que estaba sobre su hombro. Yo era un pendenciero en esos días así que sabia que eso no estaba bien. Fui por el de nuevo y cuando lo estaba por agarrar me tiro de nuevo. Yo pensaba “No hay forma, que esta pasando? Como es que me tira? Me esta lastimando”.

Después de la brutal derrota se volvió a su casa y quiso averiguar que fue lo que sucedió, así que busco por internet y resulto ser que el muchacho contra el que peleo estaba aplicando técnicas de judo. Pero la cosa no se iba a quedar así dado que fue al club local para aprender judo y ahí se encontró con su atacante, junto a su carta de Pokemon.

"Hablamos, somos amigos. Empecé judo. Y obviamente recupere mi carta de Pokemon"

Comento entre risas Ashley, un maestro total y fiel a la franquicia Pokemón. Y de ahí se metió al judo y su talento fue descubierto en torneos juveniles.

"Empecé a ganar más y más y pensé en la felicidad de mi madre, en la felicidad de mi padre y mi hermano cuando ganaba esto y aquello, y yo en la escuela vivía en problemas. Era como un balance donde estaba haciendo algo positivo. Así que focalice mi energía en el judo y mi vida se fue para arriba."

Aun así no fue todo fácil, porque su alma pendenciera le gano un par de expulsiones de torneos, pero pudo concentrarse lo suficiente para convertirse en la actual promesa británica en cuanto a judo en las olimpiadas, donde Ashley espera ganar una medalla, que seria la cúspide de lo que empezó siendo una pelea por una carta de Charizard.

Fuente: tsundere-nation