Un número cada vez mayor de extranjeros llegan a China para trabajar atraídos por la próspera economía del país. Las cifras publicadas por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social muestran que a finales de 2010, había en China un total de 231.000 extranjeros empleados, frente a los 223.000 que había en 2009
Al teléfono, parece nacido y criado en china. Pero se llama Johan Björksten. Por un momento, ha dejado atrás sus raíces suecas.

Björksten no sólo habla un fluído mandarín, sino que también conoce numerosos dichos chinos antiguos. Ha trabajado en China durante 25 años y gestionado su propio negocio durante los últimos 17 y tiene su apodo chino, “Dalong”, que significa “Gran Dragón”, en referencia al año –del Dragón- en el que nació: 1964.

Un número cada vez mayor de extranjeros llegan a China para trabajar atraídos por la próspera economía del país. Las cifras publicadas por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social muestran que a finales de 2010, había en China un total de 231.000 extranjeros empleados, frente a los 223.000 que había en 2009.

“Cuando llegué a China por primera vez en 1986, era un país más bien pobre y subdesarrollado. Elegí empezar mi carrera en China porque veía oportunidades aquí. En mi opinión, éste es un país lleno de oportunidades”, explica Björksten.

“Además, nunca me sentí excluido de nada. Siempre me he encontrado muy cómodo y es fácil para mí vivir aquí”.

Los extranjeros están encontrando trabajo en China gracias a la fortaleza de su economía, que está comportándose mucho mejor que la de Estados Unidos o Europa, según Carter Yang, director de gestión de Robert Walters, una consultora de recursos humanos.

“Este año, el crecimiento medio del PIB de China es de un 8 a 10 por ciento. Esto ha creado más oportunidades, especialmente en los servicios financieros, la farmacéutica y la industria minorista”, explica Yang. “El país proporciona abundantes plataformas y oportunidades para las carreras. Hemos sido testigos de cómo tanto las empresas de inversión internacionales como las compañías chinas se centraban en planes de expansión durante la pasada década. Además de la necesidad de buenos talentos internacionales para potenciar sus negocios en China, también necesitan a candidatos de alto nivel para sus negocios en los mercados internacionales”.

Según este consultor, hay una tendencia al alza entre las empresas locales chinas, que pueden y quieren ofrecer paquetes compensatorios internacionales y beneficios dirigidos a los expatriados que trabajan en China.

Helen Fung, consultora de gestión de contratación de personal en SHL Group, comparte esta misma visión y añade que la gestión de personal cualificado procedente de otras culturas plantea un reto especial para las empresas, ya que es esencial ser justo y culturalmente sensible hacia los nacionales y los expatriados, en especial dado que la gestión del talento es la máxima prioridad para la mayoría de los ejecutivos hoy.

“El respeto es esencial en un ambiente multicultural, y los empleadores deberían abrirse a diferentes ideas”, opina. “Los jefes chinos deberían primero prestar más atención al proceso de contratación cuando busquen a empleados extranjeros”, según Fung.

Es imperativo que los empleadores chinos estén familiarizados con las políticas de la compañía e impartan lo que saben a los potenciales candidatos durante las entrevistas y las sesiones de orientación. De esta forma, los empleados extranjeros comprenderán las expectativas de la empresa y podrán evitar muchas de las fallas causadas por los malentendidos y la confusión cultural.

Fung añade que los jefes deben mantener dos ideas en la cabeza a la hora de gestionar el día a día y proporcionar un mejor camino para el desarrollo de las carreras: igualdad y respeto.

Igualdad significa garantizar igual trato no sólo entre chinos y extranjeros, sino también entre jefes chinos y empleados extranjeros. Significa implementar politicas y procedimientos consistentes en la compañía de manera que todos los empleados se sientan tratados justa e igualmente.

Los gerentes chinos deberían hacer esfuerzos para aprender sobre las culturas sociales de sus trabajadores extranjeros y cómo comunicarse mejor con ellos, según Fung.


Fuente: @spanish.china



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