Los servicios médicos en el extranjero están atrayendo a un número cada vez mayor de clientes chinos dispuestos a pagar por la calidad que les proporcionan los servicios sanitarios en otros países, según fuentes internas de la industria citadas por el rotativo pekinés ‘China Daily’.
Estos clientes suelen tener un elevado poder adquisitivo y piden servicios y cuidados de calidad, según Renée Marie Stephano, presidenta de la Asociación de Turismo Médico, con sede en Estados Unidos, quien señala que estos clientes buscan sobre todo una mejor calidad y privacidad que la que disponen en el sistema sanitario chino, que es uno de los más baratos del mundo.
Los destinos más populares enter los “turistas médicos” chinos son países como Japón, Corea del Sur, Singapur (por su proximidad geográfica), así como Estados Unidos y la región de Hong Kong, según revela Xu Shuo, secretario general de la Asociación Médica de Doctores de Pekín.
Yang Jian, directivo de la Plataforma de Productos y Promoción del Turismo Médico de Shanghái, citado por el rotativo ‘China Daily’, indica que cada año cerca de 60.000 ciudadanos chinos se marchan al extranjero en busca de servicios médicos, en especial tratamientos antiedad, chequeos contra el cáncer, asistencia en el parto y tratamientos de enfermedades crónicas. Estas cifras destacan con los pocos miles que salían del país por las mismas razones hace tan sólo cinco años, según Yang.
Conscientes del potencial que supone, muchos médicos fuera de China están dando pasos para atraer a más pacientes del continente. “Dado el tamaño de la población y la tendencia evidente al envejecimiento, China tiene definitivamente un gran valor como mercado para el negocio médico”, afirmó el doctor Tan See Leng, director ejecutivo de Parkway Pantai, un proveedor privado de servicios sanitarios de Singapur, en la apertura de un nuevo hospital de su corporación el mes pasado.
En Singapur, uno de los países más visitados, las habitaciones exclusivas en un hospital privado pueden costar, como media, unos 3.150 dólares por noche. La mayoría cuentan con personal que habla chino mandarín y ayudan a los pacientes con las solicitudes de visado y los preparativos del viaje, según explica Tan. Cuentan además con centros de asistencia global, incluyendo dos en Shanghái y Shenzhen, que asisten a los posibles pacientes.
Otra empresa dedicada a este lucrativo sector es Ciming, un grupo con más de mil clientes al año, la mayoría procedentes de las grandes ciudades como Pekín, Shanghái o Guangzhou. El número de clientes anuales en 2008 era de tan sólo un centenar. El grupo cuenta con centros médicos colaboradores en Japón, Suiza, Singapur, Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong.
Los servicios más solicitados suelen ser los tratamientos antiedad con placenta de oveja, chequeos médicos de alta precisión, y el cuidado y tratamiento de enfermedades crónicas, según Hu. A ello se une el número creciente de embarazadas que desean acudir a clínicas foráneas.
Los programas suelen incluir también visitas turísticas en el lugar de destino, según Hu, quien afirma que en el futuro el turismo médico estará más enfocado en los tratamientos. La barrera del idioma y la falta de seguros privados son vistos por los nuevos ricos chinos como obstáculos para salir al exterior en busca de servicios médicos como cirugía, indica.
El tratamiento suizo antiedad más popular, que solicitan la mitad de los clientes de Hu, normalmente cuesta una media de 600.000 yuanes, incluyendo los servicios médicos, alojamiento, comida y avión, así como visitas, en un total de 7 días.
Estos clientes suelen tener un elevado poder adquisitivo y piden servicios y cuidados de calidad, según Renée Marie Stephano, presidenta de la Asociación de Turismo Médico, con sede en Estados Unidos, quien señala que estos clientes buscan sobre todo una mejor calidad y privacidad que la que disponen en el sistema sanitario chino, que es uno de los más baratos del mundo.
Los destinos más populares enter los “turistas médicos” chinos son países como Japón, Corea del Sur, Singapur (por su proximidad geográfica), así como Estados Unidos y la región de Hong Kong, según revela Xu Shuo, secretario general de la Asociación Médica de Doctores de Pekín.
Yang Jian, directivo de la Plataforma de Productos y Promoción del Turismo Médico de Shanghái, citado por el rotativo ‘China Daily’, indica que cada año cerca de 60.000 ciudadanos chinos se marchan al extranjero en busca de servicios médicos, en especial tratamientos antiedad, chequeos contra el cáncer, asistencia en el parto y tratamientos de enfermedades crónicas. Estas cifras destacan con los pocos miles que salían del país por las mismas razones hace tan sólo cinco años, según Yang.
Conscientes del potencial que supone, muchos médicos fuera de China están dando pasos para atraer a más pacientes del continente. “Dado el tamaño de la población y la tendencia evidente al envejecimiento, China tiene definitivamente un gran valor como mercado para el negocio médico”, afirmó el doctor Tan See Leng, director ejecutivo de Parkway Pantai, un proveedor privado de servicios sanitarios de Singapur, en la apertura de un nuevo hospital de su corporación el mes pasado.
En Singapur, uno de los países más visitados, las habitaciones exclusivas en un hospital privado pueden costar, como media, unos 3.150 dólares por noche. La mayoría cuentan con personal que habla chino mandarín y ayudan a los pacientes con las solicitudes de visado y los preparativos del viaje, según explica Tan. Cuentan además con centros de asistencia global, incluyendo dos en Shanghái y Shenzhen, que asisten a los posibles pacientes.
Otra empresa dedicada a este lucrativo sector es Ciming, un grupo con más de mil clientes al año, la mayoría procedentes de las grandes ciudades como Pekín, Shanghái o Guangzhou. El número de clientes anuales en 2008 era de tan sólo un centenar. El grupo cuenta con centros médicos colaboradores en Japón, Suiza, Singapur, Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong.
Los servicios más solicitados suelen ser los tratamientos antiedad con placenta de oveja, chequeos médicos de alta precisión, y el cuidado y tratamiento de enfermedades crónicas, según Hu. A ello se une el número creciente de embarazadas que desean acudir a clínicas foráneas.
Los programas suelen incluir también visitas turísticas en el lugar de destino, según Hu, quien afirma que en el futuro el turismo médico estará más enfocado en los tratamientos. La barrera del idioma y la falta de seguros privados son vistos por los nuevos ricos chinos como obstáculos para salir al exterior en busca de servicios médicos como cirugía, indica.
El tratamiento suizo antiedad más popular, que solicitan la mitad de los clientes de Hu, normalmente cuesta una media de 600.000 yuanes, incluyendo los servicios médicos, alojamiento, comida y avión, así como visitas, en un total de 7 días.
Fuente: @SPANISH.CHINA