En la década de los 1970, el gobierno militar decretó un toque de queda para toda la población civil. Cuando se aproximaba la hora del toque, todo mundo se apresuraba para conseguir un taxi y poder regresar a casa (foto cortesía del Centro Sejong). | La Corea de hace 40 años era muy diferente de la actual, y difícilmente uno podría haberse imaginado que Corea se desarrollaría y se convertiría en el país que conocemos actualmente. No es fácil para los coreanos nacidos después de la década de 1980 relacionarse con sus mayores, quienes crecieron en una sociedad muy distinta a la actual, una sociedad de una país en vías de desarrollo. Sin embargo, quien desee conocer cómo fue esta sociedad bastará con que visite la exposición que actualmente se presenta en el Centro Sejong “Ésta es la Corea 1970 KHZ: historia de la cultura pop coreana”, la cual permanecerá abierta al público hasta el 28 de febrero. “El sudor, las lágrimas y los objetos manoseados que nos han legado nuestros padres no son sólo recuerdos, sino todo un legado que nos permite ponernos en los zapatos de un diligente asalariado, de un poeta, de un político, o de la estrella de la ola coreana”, se afirma en el sitio en Web del Centro Sejong. “La vida de estas personas fueron los cimientos de la Corea actual”. |
Con el pago de su boleto, el visitante ingresa en un portal del tiempo que le lleva a través de la Corea de las décadas de los 1960 y 1970, una época en la que no había computadoras, la música se grababa en discos de vinil o se escuchaba en radios de sonido chillón y sólo había transporte público sobre las calles. En la exposición se presenta una plétora de antigüedades de colección, fotografías históricas y videos culturales, así como dioramas de tamaño natural los cuales dan al visitante una idea de lo que se veía al caminar por las calles de Corea der hace cuatro décadas. En el primer diorama se presenta una casa de estilo coreano, o Hanok, la cual tenía habitaciones separadas para la vivienda, la cocina y el baño, a las cuales se entraba por un patio central conocido como madang. Este estilo de vivienda era común en el pasado, antes de que las viviendas independientes fuesen demolidas para dar paso a edificios de departamentos. |
En las fotografías se destaca las transiciones que se han sufrido, el desplazamiento de lo antiguo por lo nuevo. En una foto aparece una “dal dongnae”, o “aldea de la luna”, especie de barrios bajos que surgieron en las múltiples colinas de Seúl en la época de la reconstrucción, al término de la Guerra de Corea.
En otra foto se aprecian los Departamentos Mapo, primer complejo residencial de varios pisos de Corea inaugurados en 1964. En este complejo había diez edificios de seis pisos cada uno; al principio, a los coreanos les daba miedo vivir tan lejos del suelo, hasta que el Presidente Park Chung-hee los declaró símbolo del progreso y modernidad. Actualmente más de la mitad de las familias coreanas viven en departamentos.
Los visitantes harán el recorrido que un niño en la década de los 1970 seguiría en un día normal. A continuación de la vivienda Hanok se topa uno con un callejón típico, el cual en realidad no difiere gran cosa de los callejones actuales de la ciudad de Seúl. En la tienda de la esquina de este callejón se vende de todo, desde juegos de mesa, hasta dulces y cigarrillos decorados con nombres propios de la cultura coreana como son Arirang, Geobukseon (Barco Tortuga) y Baekja (Porcelana Blanca), en contraste con los cigarrillos actuales, en cuyas marcan predominan los nombres en inglés.
Después del callejón se aprecia la recreación de un salón de clases coreano, con su horno metálico en medio del salón para calentar éste. La atmósfera de este pequeño salón, su piso de madera, escritorios y muros es acogedora. En cada escritorio hay un cuaderno abierto, y debajo, sobre el piso hay una colorida y anticuada mochila, como si en un salón de clases de la década de los 1970 los estudiantes estuvieran siempre listos para levantarse y salir de inmediato del salón.
Al pasar el salón el visitante se encuentra con otro callejón repleto de más tiendas: una tienda de libros de cómics con una impresionante colección de cómics coreanos de colección, los famosos manhwa. Esta tienda representa para los niños una ventana poco frecuente que les permite asomarse al mundo de los adultos y de los afanes de éstos a través de las páginas de los cómics. Entre los títulos más fantásticos figuran “Tiger Mask” y “Space Boy: Atom”, persona conocido en occidente como Astroboy.
En otra foto se aprecian los Departamentos Mapo, primer complejo residencial de varios pisos de Corea inaugurados en 1964. En este complejo había diez edificios de seis pisos cada uno; al principio, a los coreanos les daba miedo vivir tan lejos del suelo, hasta que el Presidente Park Chung-hee los declaró símbolo del progreso y modernidad. Actualmente más de la mitad de las familias coreanas viven en departamentos.
Los visitantes harán el recorrido que un niño en la década de los 1970 seguiría en un día normal. A continuación de la vivienda Hanok se topa uno con un callejón típico, el cual en realidad no difiere gran cosa de los callejones actuales de la ciudad de Seúl. En la tienda de la esquina de este callejón se vende de todo, desde juegos de mesa, hasta dulces y cigarrillos decorados con nombres propios de la cultura coreana como son Arirang, Geobukseon (Barco Tortuga) y Baekja (Porcelana Blanca), en contraste con los cigarrillos actuales, en cuyas marcan predominan los nombres en inglés.
Después del callejón se aprecia la recreación de un salón de clases coreano, con su horno metálico en medio del salón para calentar éste. La atmósfera de este pequeño salón, su piso de madera, escritorios y muros es acogedora. En cada escritorio hay un cuaderno abierto, y debajo, sobre el piso hay una colorida y anticuada mochila, como si en un salón de clases de la década de los 1970 los estudiantes estuvieran siempre listos para levantarse y salir de inmediato del salón.
Al pasar el salón el visitante se encuentra con otro callejón repleto de más tiendas: una tienda de libros de cómics con una impresionante colección de cómics coreanos de colección, los famosos manhwa. Esta tienda representa para los niños una ventana poco frecuente que les permite asomarse al mundo de los adultos y de los afanes de éstos a través de las páginas de los cómics. Entre los títulos más fantásticos figuran “Tiger Mask” y “Space Boy: Atom”, persona conocido en occidente como Astroboy.
La exposición nos lleva a realizar un recorrido por Jogno, una de las calles más antiguas de Seúl, en donde se visita una sala de cine, una casa de empeño repleta de televisiones y radios de colección, una cafetería y muchas cosas más. A Gwanghwamun se le puede ver en un enorme fotomural; sin embargo, no se trata del Gwanghwamun que conocemos actualmente. Detrás de esta puerta estaba el Edificio General del Gobierno Japonés, una estructura neoclásica construida por los japoneses para eliminar el patrimonio arquitectónico de la Dinastía Jeoseon y subyugar al pueblo coreano a través de la arquitectura. Este edificio se demolió en 1996, como parte de un plan de 40 años para restaurar el Palacio de Gyeongbokgung y devolver éste a su estado original. Hasta 1996 sólo se había restaurado el 40% del palacio.
El atractivo final de la exposición es una cafetería con DJ en vivo, en la cual se escuchan canciones coreanas de antaño, como “Dame un poco de agua” de Hahn Dae-soo, así como éxitos clásicos internacionales, por ejemplo de Anne Murray, muy populares en esa época.
La exposición es una excelente manera para conocer un fascinante capítulo de la historia moderna coreana, y para que las generaciones más jóvenes de Corea conozcan cómo fue la infancia de sus padres. Si bien en la exposición no hay cédulas que expliquen la importancia de los objetos que se exhiben, es fácil entender el uso de éstos, apreciarlos y disfrutarlos
Si desea obtener más información, por favor visite la página en Web: http://korea1970.co.kr.
Raúl Bautista Gutiérrez
Redactor de Korea.net
El atractivo final de la exposición es una cafetería con DJ en vivo, en la cual se escuchan canciones coreanas de antaño, como “Dame un poco de agua” de Hahn Dae-soo, así como éxitos clásicos internacionales, por ejemplo de Anne Murray, muy populares en esa época.
La exposición es una excelente manera para conocer un fascinante capítulo de la historia moderna coreana, y para que las generaciones más jóvenes de Corea conozcan cómo fue la infancia de sus padres. Si bien en la exposición no hay cédulas que expliquen la importancia de los objetos que se exhiben, es fácil entender el uso de éstos, apreciarlos y disfrutarlos
Si desea obtener más información, por favor visite la página en Web: http://korea1970.co.kr.
Raúl Bautista Gutiérrez
Redactor de Korea.net